Berlín, punto de encuentro
En el Centro de Arte Reina Sofía había cuatro grandes exposiciones: Colección Philips, Los Matisse rusos, Baldessari y Berlín, punto de encuentro. El arte en Berlín, de
"Berlín, punto de encuentro. El arte en Berlín, de 1900 a 1933", abierta desde el 13 de febrero hasta el 10 de abril de 1989, constaba de más de un centenar de obras e incluía la reconstrucción del cuarto Dadá, la principal de las dos salas de la Feria Internacional Dadá, que tuvo lugar en la galería del doctor Otto Burchard en 1920.
La muestra, fruto de un convenio entre el Senado de Berlín Occidental y el Ministerio de Cultura español, se divide en cinco secciones: “En los umbrales de lo moderno”, “Entre la naturaleza y la seducción de la metrópoli”, “Un dadaísmo politizado”, “Berlín, nudo ferroviario del constructivismo” y “Del expresionismo radical a la nueva objetividad”. Su comisario fue Simón Marchán Fiz. En conjunto, nos presentaba a la capital berlinesa como parada de la modernidad artística y punto de convergencia de culturas y tendencias en una ebullición nunca vista. Algo de lo que habíamos oído hablar frecuentemente en nuestros años de estudiantes en la Facultad de Bellas Artes.
Cedidas por museos berlineses,las obras expuestas correspondían a los pintores Beckmann, Nikolaus Braun, Corinth, Dix, Grosz, Ernst Fritsch, Raoul Hausmann, Heckel, Kirchner, Hannah Höch, Karl Hofer, Max Liebermann, Lissitzky, Moritz Melzer, Laszlo Moholy-Nagy, Otto Mueller, Edvard Munch, Nolde, Pechstein, Christian Schad, Schmidt-Rottluff y Georg Schrimpf. También se exhibían piezas de escultores como Kolbe, Rudolf Belling, Joachim Karsch, Wauer o Lehmbruck.
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